Hoy se me ocurre un modelo de gestión de las cuentas en la Administración Pública, aunque realmente no invento nada nuevo, simplemente aprovecho el ICO (Instituto de Crédito Oficial) que actualmente solo sirve para dar millonadas a los bancos para que unas migajas lleguen a las PYMES.
La idea es simple:
1.- Las empresas emiten Facturas Életrónicas estandarizadas que se registran en el ICO.
2.- Las administraciones públicas firman electrónicamente para aceptar las facturas.
Si la administración paga las facturas a los proveedores, estos indican los pagos en el ICO. Si la administración no paga, el ICO puede otorgar créditos a las administraciones en función de las regulaciones vigentes y pagar directamente a los proveedores.
De esta forma, el Estado, tendría control sobre el gasto en cada administración, los jueces tendrían acceso directo a los pagos realizados por las administraciones y, lo más importante, es que las empresas, sobretodo las PYMES, no tendrían que pedir costosos créditos para subsistir a los impagos de la administración, por lo que reducirían sus costes y podrían mantener los puestos de trabajo.
Si además obligamos a que las administraciones sólo puedan obtener crédito del ICO, se consigue que los beneficiarios del endeudamiento público no sean los bancos que después contratarán a los políticos con unos salarios desorbitados.
También se puede regular que el Estado, antes de hacer las transferencias a las distintas administraciones, liquide directamente las deudas con los proveedores descontándolas del montante total de la transferencia.
